jueves, 21 de abril de 2016

Chirimoya


La chirimoya se ha cultivado durante siglos en los altiplanos del Perú y Ecuador, y era un fruto muy apreciado por los incas. 
En 1757 fue traída a España, donde se cultivó como árbol de jardín hasta la década de 1940, tras lo que ganó importancia como sustituto de naranjos enfermos. Es un árbol muy habitual en América Central y Sudamérica. 
También se cultiva en Portugal, Nueva Zelanda y Australia. donde se están valorando algunas variedades según las diversas condiciones climáticas y ambientales. Existe un interés comercial creciente en este sabroso fruto de gran tamaño.

Gastronomía
Tiene una suculenta consistencia parecida a las natillas y un sabor dulce, subácido. parecido al de una mezcla de plátano, papaya y piña tropical. 

Consumida partiéndola por la mitad y evitando las semillas, es muy apreciada, aunque también se puede hacer zumo para añadirlo a sorbetes y batidos, o triturar la pulpa para usarla en salsas dulces. 
Se pueden incorporar a varios postres de fruta fresca, y el zumo puede convertirse en un vino delicioso. Las chirimoyas maduras se pueden congelar y comerse como si fueran helados.

Nutrición/salud

Posee mucha fibra. Investigaciones del National Cancer Institute, han probado que las hojas y el tallo contienen compuestos (acetogeninos) que son tóxicos para un gran número de células cancerosas (y no para las células sanas).
Esta planta también puede estimular la actividad uterina.

Otros usos
Las semillas, como las de otras especies Annona, pueden triturarse y usarse como insecticida.
 
Advertencia: las semillas contienen varios alcaloides que. de ingerirse en cantidad, pueden
dilatar las pupilas, causar una fotofobia intensa, vómitos, quemazón en la garganta, flatulencia y otros síntomas similares a los de la atropina. 



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